Europa, Estados Unidos y varios países de Asia están en camino de conseguir solo apenas 23 de las 169 metas de los Objetivos de Desarrollo: Un camino truncado por la pandemia de Covid-19, que desvía la atención de la Agenda 2030.
Toda esa región tiene que acelerar su acción de forma
colectiva para mejorar estos resultados. Una de las buenas noticias es que es
probable que la mayoría de los países de la región reduzcan las subvenciones a
combustibles fósiles hasta casi cero en 2030. La mala, que la pandemia puede
frenar aún más los avances en áreas como la salud, la educación y la pobreza.
Si continúan las tendencias actuales, las naciones de la
Comisión Económica para Europa sólo alcanzarán 23 de las 169 metas de los
Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU en el año 2030. Esta preocupante
cifra se ve atenuada por el hecho de que sólo pueden evaluarse 89 de estos
propósitos, mientras que los 80 restantes aún no pueden medirse por falta de
datos.
El estudio destaca la necesidad de “acelerar el progreso”
para alcanzar 57 de las metas y es menos optimista en el caso de otras nueve
donde considera fundamental “revertir la tendencia actual”.
La secretaria ejecutiva de la Comisión, Olga Algayerova,
explicó que el informe representa una “llamada de atención para que la región
acelere la acción colectiva”, ya que en caso contrario corre el riesgo de
fracasar en la Agenda de Desarrollo Sostenible.
“Con 80 metas del total de 169 que las estadísticas
oficiales no pueden medir adecuadamente, es también un recordatorio de la
magnitud del trabajo que aún tenemos por delante para medir la complejidad del
desarrollo sostenible de una manera internacionalmente comparable”, añadió.
El análisis fue parte de un esfuerzo conjunto de quince organizaciones de las Naciones Unidas que aportaron sus perspectivas sobre las acciones que se están llevando a cabo sobre el terreno.
Actividad económica y ciudades, resultados desiguales:
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible relativos a la
energía asequible y limpia, a las ciudades y comunidades sostenibles y al
consumo y la producción responsables, van por buen camino o podrían lograrse
con esfuerzos acelerados.
Si bien se advierte que “las tendencias adversas en una o
varias metas significan que los objetivos están fuera de alcance a menos que se
refuercen las políticas para cambiar su curso. Se trata, en particular, de las
metas relativas a la productividad económica, a la innovación y al desarrollo
de infraestructuras”.
Consecuencias de la pandemia del coronavirus:
La Comisión Económica para Europa advierte que la mayoría de
los datos usados en el análisis son posteriores a la aparición de la COVID-19 y
que los cambios que ha infligido la pandemia en la trayectoria de progreso no
pueden cuantificarse todavía en esta evaluación.
Pese a ello, las evidencias recogidas desde el inicio de la
pandemia apuntan a impactos negativos en varias áreas de la Agenda 2030 en las
que la evaluación indica que los avances son insuficientes.
Es probable que el cierre de escuelas y las disparidades en
el acceso a los recursos para el aprendizaje en línea ralenticen o inviertan el
progreso hacia las metas de la educación, como la igualdad de acceso a la
educación y los resultados efectivos del aprendizaje.
La pandemia y la crisis económica asociada han afectado de
forma desproporcionada a las mujeres, tanto en el trabajo como en el hogar, lo
que ha provocado problemas en las familias y el aumento de la violencia contra
las mujeres y las niñas (en Kirguistán la violencia doméstica aumentó un 65% en
marzo de 2020 en comparación con el mismo período de 2019).
Los avances observados hacia un reparto más equitativo de
los cuidados no remunerados y el trabajo doméstico y la creciente
representación de las mujeres en los puestos de dirección previos a la pandemia
corren el riesgo de revertirse. Esta evolución amenaza con socavar décadas de
progreso hacia la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.
En el lado positivo, la evaluación muestra que las metas
relacionadas con la difusión y el uso de las tecnologías de la información y la
comunicación – un área de importancia crítica para operar bajo las
restricciones de la pandemia, parecen estar bien encaminadas en la región.
La región de la Comisión Económica para Europa cubre más de 47 millones de kilómetros cuadrados. Entre sus Estados miembros se encuentran los países de Europa, pero también los de América del Norte (Canadá y Estados Unidos), Asia Central (Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán) y Asia Occidental (Israel).