Fin de la pobreza y hambre cero en Venezuela: Cifras de ENCOVI 2020 y crisis en el sector agricola.

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La realidad del hambre y la pobreza en Venezuela, según ENCOVI 2020:



Foto: Google.

Venezuela se ha alejando considerablemente de sus pares suramericanos, acercándose a la situación que ostentan algunos países del continente africano.


Crisis de pobreza extrema:


La intensidad de la pobreza continuó su tendencia creciente. Si se determina a través de la línea de pobreza, se encuentra que 96% de los hogares están en situación de pobreza y 79%  en pobreza extrema, hecho que significa en el último caso que los ingresos percibidos son insuficientes para cubrir la canasta alimentaria. Si se adopta el método multidimensional, el cual incluye cinco dimensiones que abarcan además de los ingresos otras variables relacionadas con el empleo, la educación, las condiciones de la vivienda y los servicios públicos, se estima que 65% de los hogares se encuentran en situación de pobreza.



El marco conceptual de la Inseguridad Alimentaria en el hogar se inicia con ansiedad y preocupación por la provisión de alimentos. Sigue con ajustes en el presupuesto del hogar afectando a la calidad de la dieta. Los adultos limitan la calidad y cantidad de la ingesta de alimentos y, por último, se afecta igual a los niños. En el 2018 de cada 10 hogares solamente 1 podía categorizarse como Sin Inseguridad Alimentaria (SIA) y según la última medición (ETA 2020) habría solamente 3% en esa condición.


En contrapartida crece el porcentaje de hogares en Inseguridad Alimentaria Moderada (IAM) porque más allá de la preocupación por la falta de alimentos también hay ajustes en la disponibilidad de recursos que afectan la calidad de la dieta.
De cada 4 hogares en al menos 1 la Inseguridad Alimentaria es Severa (IAS).


Los resultados de la ENCOVI 2019-2020 sobre la situación nutricional de los menores de 5 años, de acuerdo con el indicador peso-edad, revela que alrededor de 21% se encuentra en riesgo de desnutrición y 8% está desnutrido, un nivel que se distancia considerablemente del registro en Colombia (3,4%), Perú (3,2%) o Chile (0,5%). Igualmente, según el indicador talla-edad se ha estimado en 30% quienes se encuentran en desnutrición crónica.

Objetivos de desarrollo sostenible: Hambre cero y fin d la pobreza.

 Poner fin a la pobreza en todas sus formas en Venezuela. y  poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición para los venezolanos en condiciones de riesgo,  promover la agricultura sostenible. El sector alimentario y el sector agrícola ofrecen soluciones claves para el desarrollo y son vitales para la eliminación del hambre y la pobreza. En Venezuela el sector agrícola también se ha visto golpeado por el Covid-19.



Situación Agropecuaria en Venezuela:


Foto: Google.



Los Productores Agropecuarios de Venezuela, sufren ante la falta de combustible para sacar las cosechas, transportar los alimentos y continuar atendiendo LA PRODUCCIÓN NACIONAL, el llamado es a sumar esfuerzos, por parte de la sociedad, las pequeñas y medianas empresas,el sector privado y el estado, para adoptar medidas de inmediatas y necesarias para garantizar el acceso al combustible requerido, a los insumos de produccion y así permitir la continuidad de la producción nacional de alimentos.


Se tiene que tener consciencia  de la grave crisis mundial y nacional a la cual nos enfrentamos por la Pandemia del COVID 19, por lo que es vital evitar el desabastecimiento de alimentos.El Sector agropecuario enfrenta las circunstancias mas adversas, con una consecuente caída de la producción nacional, un sistema financiero imposibilitado de atender la demanda crediticia por la política restrictiva del encaje, la cual eliminó de facto el crédito bancario; no disponemos de insumos, las enfermedades y plagas no se pueden combatir por el cerco al registro de nuevas moléculas y se continúan privilegiando las importaciones en detrimento la produccion nacional.


A pesar de esta realidad, los agricultores, ganaderos y pescadores continuan haciendo un esfuerzo considerable para mantenerse a flote. En este momento, aunque muy mermada, hay producción de Carne y Leche; hay cosechas de hortalizas, raíces y tubérculos, granos, leguminosas, arroz, caña de azúcar y frutales; hay producción de huevos, aves y cerdos, y nuestros pescadores y cultivadores acuícolas siguen produciendo. Hay una producción, que debe cosecharse y comercializarse en los centros de procesamiento y de consumo, con mayor énfasis en este momento cuando la pandemia del COVID 19 tiene al país convulsionado y preocupado por obtener sus alimentos.


Lamentablemente, toda esta producción está en riesgo de perderse en el campo, los productores agropecuarios, los empleados y obreros difícilmente pueden acudir a las unidades de producción y los que acuden no pueden cosechar ni trasladar sus cosechas a los centros de comercialización y distribución, por la falta de combustibles.


La agricultura venezolana está al borde de un colapso definitivo, el ciclo de cultivo más importante del año, el ciclo Invierno, está a punto de comenzar y no hay insumos ni condiciones para enfrentarlo, se requiere de medidas drásticas que permitan su recuperación, en lo inmediato, resulta prioritario facilitar combustible a los agricultores, es un crimen dejar perder una producción que costó enormes esfuerzos a los productores y que difícilmente podernos importar, la nación no tiene recursos para ello y tampoco el mercado internacional está en estos momentos en capacidad y disposición de abastecer.


Sin agricultura, sin producción, es fácil vaticinar una hambruna en Venezuela afectando por supuesto a los sectores mas vulnerables, a los pequeños y medianos productores, ademas de lo difícil que se visualiza el panorama para el cumplimiento de las metas del ODS 2, HAMBRE CERO.







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